Para lograr objetivos grandes necesitamos de personas. En la pista con los caballos es muy evidente este efecto, es más, este fenómeno se puede medir en tiempos, esfuerzos, uso de recursos, y por supuesto , sobresale el tema del clima laboral.
En primer lugar, cuando vienen líderes y equipos a la pista con caballos, los individuos jamás logran hacer solos, lo que logran hacer en equipo.
En un inicio, al tratar de lograr objetivos de manera individual, hay desgaste, frustración, falta de recursos, cansancio, y apatía. Los individuos se desenganchan, pierden interés, y su lenguaje no verbal cambia dramáticamente.
Curiosamente, Gallup después de realizar investigaciones afirma, en un artículo del 7 de julio de 2016, que en las organizaciones solo el 13% de los individuos alrededor del mundo están involucrados y comprometidos con su trabajo (engagement).
Cuando estamos en la pista con los caballos, al hacer consciencia del estado actual, y un cambio de enfoque, apuntando hacia la comunicación efectiva, la escucha, la aportación y la colaboración, es impresionante ver ¡en números! lo que sucede. Se reducen los tiempos de manera impresionante, los recursos alcanzan, los esfuerzos se reducen, y por supuesto, las celebraciones, y los emociones positivas se desbordan. Hasta los caballos reaccionan de manera diferente en consecuencia. Si esto se puede ver en un par de horas en este escenario.